domingo, 6 de julio de 2008

ORGULLO GAYS EN MADRID

MADRID.- Hay muchas maneras de vivir el Orgullo en Madrid, pero sin duda ninguna como subida en una de las carrozas, atravesando el centro de Madrid encantadísima de haberte conocido.

Una hora antes de que comenzara el desfile, la calle Alfonso XII ya estaba teñida de color arco iris, mientras las reinonas engalanaban sus tronos casi tanto como sus atuendos de lo más variopinto. Samberas, strippers, drag queens, osos y chulazos de torsos pétreos, cargaban motores para el gran momento. Ése donde reivindicación y diversión se dan la mano para hacer del derecho a ejercer la libertad una fiesta por todo lo alto que no deje a nadie indiferente.

Con casi media hora de retraso, arrancaba la manifestación del Orgullo Gay 2008 y con ella la carroza de Shangay, la mayor revista gay de España. Más concurrida que nunca y tras un accidentado despegue (la carroza pasó por un túnel demasiado bajo que dio al traste con el equipo de sonido original...), los instantes de tensión daban paso a una multitud de invitados con las pilas recién cargadas para dar rienda suelta a su vena orgullosa-festiva y desmelenarse al ritmo de los temas más míticos de las noches multicolores.

En su cabecera, Cayetana Guillén Cuervo, María Adánez, Innocence o Hugo Silva –quien ya se encargara de leer el pregón el pasado miércoles en la plaza de Chueca- entre otros, hacían patente su apoyo a las reivindicaciones de la marcha y daban el toque justo de ‘glamour’ para que todos los congregados a lo largo del recorrido enloquecieran al paso de la comparsa.

'Estoy cansada, estoy aburría, enajená'

Las miles de personas que abarrotaban el recorrido de la manifestación, bailaban y coreaban a la que fue el plato fuerte de la carroza y que se encargó, con la maestría y el arte que la caracterizan, de que ninguno dejara de mover el esqueleto, la Terremoto de Alcorcón.

La diva y su "cuerpo" de baile, hicieron un repaso de sus 'hits' -un básico de armario para toda aquella fiesta petarda que se precie- y a pesar de lo que reza su nuevo single Enajená -"estoy cansada, estoy aburría, enajená"- los parroquianos, muy por el contrario de dejarse abatir por los sofocos de la tarde madrileña, daban rienda suelta al desenfreno acumulado durante todo un año.

Y así, entre bailes, excesos y duchas espontáneas de todo aquel líquido que se preciara, las dos caras del Orgullo, la reivindicativa y la festiva, llegaban a su destino tras haber realizado a la perfección su cometido y con un único deseo, que llegue un día en que no hagan falta más manifestaciones. Que la diversidad, la visibilidad y la igualdad sean una realidad que nos llene a todos de orgullo.